15.02.24

Entre la mano derecha, la izquierda, la lámpara y el celemín

Contaban ese chiste, perdón por la broma, en el que un apóstol, tras escuchar al Maestro eso de que “dentro de poco me veréis y luego no me veréis", le respondió: “lo que más me gusta es lo bien que te explicas". Complicado el evangelio. 

Acabamos de escuchar ayer en el evangelio que hay que dar limosna discretamente, rezar en tu cuarto que está en lo escondido y ayunar en secreto. Comprendido. Pero el caso es que también uno puede leer en el mismo evangelio “brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos".

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13.02.24

La conferencia episcopal española revoluciona la publicidad

Con la fama que tenemos los eclesiásticos y la Iglesia en general de ser conservadores, nos pasa lo del tímido, que de repente un día se suelta el pelo y la lía. Esto es lo que creo que ha sucedido en la Conferencia Episcopal Española, CEE para los amigos. No sé si se han puesto en manos de una empresa publicitaria de esas que optan por la publicidad de choque, o si a alguno de nuestros obispos se le ha ocurrido la ocurrencia. Vaya usted a saber.

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12.02.24

Esas cosas divertidas que escucha uno en sus iglesias

Un día de estos haré realidad el proósito de sacar un nuevo libro con esas cosas que uno escucha en sus templos parroquiales y que te sacan la sonrisa más tierna cuando no, en ocasiones, la loca carcajada.

Cada día rezamos el rosario en una de las parroquias. Mis feligresas, porque prácticamente son todo mujeres, llevan rezando el rosario yo creo que años y años. Eso es siempre buenísimo. Seguro que la Virgen María las tiene bien controladas y el día en que lleguen al cielo tendrán el mejor recibimiento. 

El problema es que van cogiendo pequeños vicios, que no tienen especial importancia, pero que a uno le llaman la atención. Por ejemplo, la variación en el rezo del avemaría en el rosario, que por indulto o privilegio braojeño pasa de “ruega por nosotros pecadores” a “ruega por nosotros los pecadores". Ya sé que esto para un teólogo de campanillas sería motivo de tesis doctoral y que no faltarán quienes encuentren en el artículo añadido una fuente no sé si de herejía modernista, complicidad con los sedevacantistas o reminiscencias luteranas. Tampoco es para tanto.

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10.02.24

La labor del bloguero en la información eclesial

De siempre, la prensa escrita ha contado con la sección de noticias, y con la sección de opinión. Dar las noticias ya es opinar, porque salvo las que no queda más remedio, y siempre se pueden dar de una u otra forma, la elección de las mismas ya supone una manera evidente de ofrecer el propio parecer.

La sección de opinión, y me parece que me estoy metiendo en un charco con la espero benevolencia de mis amigos periodistas, expresa claramente la línea editorial del medio, bien a través de los editoriales, claramente, bien a través de los columnistas que van comentando la actualidad según su propio criterio. Espero no estar soltando demasiadas burradas.

En la información religiosa hoy la prensa escrita es prácticamente irrelevante. No sé cuántas publicaciones se siguen distribuyendo en papel, muchas de ellas por pura inercia en casas religiosas y por no cortar una suscripción completa desde hace años y años. La información religiosa está en la red. 

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9.02.24

Constancia, tenacidad o cabezonería serrana

Derribar una casa es cosa de un momento. Construirla, puede llevar años. 

Lo tengo más que comprobado en la vida pastoral. Poner algo en marcha, hacer que funcione, conseguir una estabilidad te puede llevar años y años. Destruir, es cosa de pocas semanas. 

Digo lo de la tenacidad porque me encuentro con compañeros y feligreses desanimados porque intentan algo y parece que no funciona. En grandes parroquias siempre hay una respuesta, aunque sea justita. En nuestros pueblos mínimos lo normal es encontrarte solo o casi. En Braojos me dicen que, en cualquier convocatoria, que llegue uno está bien; dos son compañía y ya tres, multitud. Y eso tras mucho esfuerzo. Las cosas son así. 

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